En este post, hablaremos de una de las
enfermedades mas habituales de nuestras plantas, el Oídio. Se trata de una enfermedad
fúngica que cubre las hojas, frutos, ramas y brotes con una especie de polvo
blanco. Esta enfermedad produce el retorcimiento de las hojas, la deformación
de los brotes y la falta de floración. Poco a poco, la planta se va debilitando
y termina por morirse.
Son muchas las variedades de oídio que existen, entre las principales
se encuentran:
Oídio del tomate (Leveillula
taurica) Oídio del
membrillero y del manzano
Oídio de las calabazas y los pepinos Oídio de la vid (Uncinata necator)
(Sphaerotheca fuliginea)
Oídio del albaricoque Oídio de los fresones
(Podosphaera tridactyla) (Sphaerotheca macularis)
Oídio de los rosales (Sphaerotheca pannosa)
Pulverizar la planta con fungicida y evitar el riego por aspersión serían los
consejos más importantes para tratar esta enfermedad. En tiempos de lluvia con
la humedad se acrecienta el crecimiento de este hongo. Es conveniente cortar
las partes afectadas y deshacerse del material infectado para que no contamine
las plantas sanas.
Puedes recurrir a un tratamiento ecológico a base de plantas como cola de
caballo o ajenjo.
Cola de Caballo:
Cola de Caballo:
Contiene un alto índice de sílice y eso le convierte en un gran fungicida contra hongos como el oídio o el mildiu. Se suele usar como curativo o preventivo.
Se ponen a remojo 100 g de plantas frescas en 1 l de agua durante 24 horas. Luego se hierve unos minutos, se deja enfriar y se filtra. Se diluye en agua en proporción 1:5. Se debe aplicar en tiempo seco y soleado, de primavera a verano.Ajenjo:
La Artemisia absinthium produce un insecticida natural de amplio espectro contra pulgones, ácaros, cochinillas, hormigas, etc.
Se maceran 300gr de planta fresca o 30g de planta seca en 1 l de agua durante una semana. Luego se filtra y se pulveriza la planta afectada cada 15 días.
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